Reivindicación cultural, empoderamiento femenino e identidad indígena de las cholitas, todo a través del skateboarding
En las laderas andinas de Cochabamba, Bolivia, un grupo de mujeres jóvenes está llevando el skate a otro nivel. No por la dificultad técnica de sus trucos —que también—, sino por el mensaje que llevan sobre sus tablas: orgullo indígena, lucha feminista y resistencia cultural.
ImillaSkate es un colectivo de skaters bolivianas que se identifican como cholitas, término que históricamente fue usado de forma peyorativa para referirse a mujeres indígenas aymaras y quechuas.
Hoy, ellas lo resignifican con fuerza. Lo hacen vistiendo la pollera —la falda tradicional— mientras patinan, como símbolo de identidad y orgullo ancestral.
The Cholita Skaters of Bolivia, dirigido por Rebecca Basaure y Mariano Carranza y producido por Optimist.
Patinar con pollera: una revolución con identidad
Para estas chicas, el skate no es solo un deporte. Es una herramienta de transformación social.
Su simple presencia en el skatepark —mujeres indígenas desafiando estereotipos de género y clase— ya es un acto de rebeldía.
Lo hacen con estilo, con alegría, y sobre todo con una conexión profunda con su herencia cultural.
“No es solo subirse a un skate, es hacerlo en un espacio donde históricamente no se nos ha permitido estar.”
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